¿Periodista o delincuente?

Pablo Santiago es el décimo de una familia de once hermanos. Aunque empezó Derecho, la ciencia jurídica nunca fue lo suyo, sino contar "lo que pasa por la calle", que cantaría Manu Chao, por lo que se embarcó en Periodismo, en el cual trabajó desde primero de carrera. Lleva cinco años casado, con la mujer que se ennovió hace 14 y ya tienen un hijo, Álex. Para los interesados en su currículum profesional, es este: Ver Curriculum Vitae

Cuando fue detenido (19 de marzo de 2002) estaba trabajando en "Alicia en el lado oscuro", en concreto en el capítulo quinto. La policía le tomó por el cabecilla de una importante red de pornografía infantil a nivel mundial, nada menos que la "más activa del planeta", según contó luego un diario sensacionalista. Como ya hiciera en su día Gunter Wallraff en 'Cabeza de turco' o Bárbara Ehrenheich en "Por cuatro duros", Pablo Santiago se infiltró en una red de pornógrafos en Internet, con una simple conexión a Internet y mucha paciencia. "Nunca he salido de la red con los diversos pederastas virtuales por los que me hice pasar, ni se me ocurriría. Simplemente usé el material que hay disponible en Internet para comprobar cómo funcionan y poder completar con datos propios mi investigación. Nunca fotografié, ni filmé, ni mucho menos toqué a ningún menor para mi investigación. Todo me fue dado en la Red: sólo hay que saber dónde buscar", aclara el autor. Reconoce que "metí la pata" en el sentido de que nunca sospechó que lo que hacía era ilegal. Añade que "siempre creí que lo delictivo era traficar con pornografía infantil, no intercambiarla, que es lo máximo que llegué a hacer. Pero las palabras tienen dueño, como dijo Carroll, y son los jueces los que interpretan que el sólo envío de un correo electrónico con este material ya es delito. Entonces soy culpable. Lo que no entiendo es por qué cuando yo investigaba este asunto la posesión no era delito. ¿De dónde se cree entonces que sale el porno infantil? ¿Por generación espontánea? ¿Por qué se castiga al que vende y no al que compra? ¿Habría productores si no hubiera consumidores de este perverso material?".

En la actualidad, Pablo Santiago trabaja en su segunda obra, que llevará por título "Memoria de un pederasta virtual", en el que contará sus vivencias como infiltrado en una presunta red de pornógrafos infantiles, de los cuales alguno resultó ser un agresor sexual de menores, aunque la mayoría eran simples mirones. Tras dos años de su detención, sigue a la espera de una sentencia firme, que le puede llevar de nuevo a prisión durante unos meses (pasó ya tres en prisión preventiva, un hecho sin precedentes en este tipo de delitos en España). El otro detenido en la misma operación se suicidó al poco de salir de prisión. Pablo Santiago tiene el apoyo de su familia y círculo de amistades, que lo consideraron inocente desde el principio. "Lo que me haga ahora la justicia es su responsabilidad. Confío en los tribunales igual que Pedro Pacheco. Quien me interesaba que me creyera ya lo ha hecho", concluye, mientras espera que el cambio de gobierno en España "frene la caída de derechos, libertades y garantías que se estaba produciendo con el anterior".

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aliciaoscura@yahoo.es


Pablo Santiago.
(Comoxo, Boiro, 1971) es licenciado en periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Compaginó sus estudios con colaboraciones en Radio Nacional, La Voz de Galicia, Europa Press y dos gabinetes de prensa de la Xunta de Galicia. En uno de ellos, su misión era atender el correo electrónico del presidente Manuel Fraga. Su pasión por la radio lo llevó a realizar programas variados y satíricos en emisoras alternativas como Radio Calimero y Radio Medellín. También fue "topo" de la revista universitaria 4 Gatos.

Defensor a ultranza del periodismo de experimenta-ción de Wallraff, trabaja desde 1999 en un diario de Lugo, en el que consiguió introducir por primera vez una sección estable sobre Internet. Mientras realizaba el presente trabajo de investigación obtuvo dos premios periodísticos. Este ensayo crítico y transgresor es su ópera prima como escritor.